Querer escribir, cuán absurdo es: escribir es la decadencia del querer, así como la pérdida del poder, la caída de la cadencia, otra vez el desastre.
No escribir; cuán largo es el camino antes de lograrlo, y nunca es cosa segura, no es una recompensa ni un castigo, hay que escribir solamente en la incertidumbre y la necesidad. No escribir, efecto de la escritura; como si fuera un signo de la pasividad, un recurso de la desdicha. Cuántos esfuerzos para no escribir, para que escribiendo, no escriba pese a todo…
No escribir: para ello no basta negligencia, la incuria, sino tal vez la necesidad de un deseo de soberbia, un nexo de sumersión con lo exterior. La pasividad que permite quedarse en familiaridad con el desastre
La escritura del desastre
Maurice Blanchot
No hay comentarios:
Publicar un comentario